Estar solo significa no tener a nadie con quien compartir. Estar fisicamente sin personas que nos rodeen y con quien interactuar.

Sentirse solo, en cambio depende de cómo nos sentimos con quienes tenemos cerca o bien cuando estamos realmente solos.

Una paradoja emocional es la de que uno puede sentirse solo estando acompañado. Sentirse solo no significa necesariamente estar solo, aunque suele ser en estos momentos en los que uno tiene más esa sensación. Se trata de un sentimiento que indica que uno cree que no puede contar con otros, o bien quiere contar solo con ella misma. Es una sensación que no tiene porqué coincidir con la realidad, pues bien hay que aprender a estar solo y esto puede significar aburrirse también. Pero de hecho estos pensamientos vienen filtrados siempre por una cabeza intoxicada por el consumo al que le ha llevado la enfermedad de la adicción. Son pensamientos muy influidos por emociones como la pérdida, o sentimiento como el de la incomprensión o la frustración. Por ello es frecuente que sentirse solo sea una equivocada manera de leer la realidad.

Es por este motivo que en un inicio, lo más importante es parar estos pensamientos de la cabeza y ponerlos en cuarentena.

¿Que hacer cuando uno se siente solo?

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Ante la sensación de soledad que uno puede sentir lo primero que debe de hacer es pedir ayuda , expresar esa sensación y a raíz de ahí buscar aquello que puede hacer para solucionarlo.

Cada uno debe de encontrar aquellas actividades que le ayuden a gestionar estos momentos solos (hacer un puzzle, pasatiempos, leer, hacer ejercicio, pintar, etc). Habrá que realizar estas tareas como máximo 30 minutos ya que en el inicio de la recuperación no hay capacidad para hacer más y habrá que hacerse una detrás de otra, sin atropellarse. El adicto tiende a a no terminar nada de lo que empieza, desde un libro hasta un curso académico o un contrato laboral. De ahí esta necesidad de hacer mil cosas en un mismo momento sin hacer realmente ninguna (o mal hechas). A consecuencia de ello aparecen las frustraciones y la baja autoestima que alimentan la sensación de soledad.

Incluso en estas actividades más pautadas y breves es probable que sea muy complicado frenar estos pensamientos. Cuando uno se “despista” y vuelve a pensar en alguna cuestión que no toca ha de analizar el proceso por el cual le sucede esto: ¿por qué me he despistado?¿qué credibilidad le doy a este pensamiento?¿Cómo lo corto?

 

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